11 marzo 2007

extorsión en bienes raíces

[Santiago] Los peores días del funcionario público mejor pagado de Chile. Un pequeño detalle de tanta intimidad cómo una fotografía en manos de alguien se puede transformar en la peor pesadilla a la que una persona, en cualquier país del mundo, se puede enfrentar. Dinero, extorsión, sexo y droga: manjares de un banquete para una novela negra.
Una fotografía a color en papel, de esas que ya casi no se ven por la irrupción de la tecnología digital, muestra a un hombre de unos 45 a 50 años, tez blanca, corpulento y alto. Aparece medio recostado a lo largo de una confortable cama de dos plazas. Está totalmente desnudo sobre las sábanas blancas, apoyando su tronco sobre sus dos brazos a la altura de la almohada.
Su cuerpo denota una excelente condición física, adornado por un reloj de pulsera en su muñeca izquierda, una cadena de oro en su cuello y nada más.
Su pelo negro y delgado, semiondulado, muestra pocas canas. Su cara expresa una amplia sonrisa que deja al descubierto parte de su dentadura blanca y bien cuidada. Denota un estado de relajada felicidad ante el ojo de la cámara que lo inmortalizó en ese momento.
Luis Alberto Maldonado Croquevielle (63 años), conservador de Bienes Raíces de Santiago, jamás pensó que esas imágenes fueran a parar a instancias judiciales, donde abogados, fiscales y jueces pueden tener acceso a ellas, violando la intimidad que toda persona protege.
Hoy son parte del material con que Carolina Leal Dapena (37 años) intenta presionarlo para que le pague una deuda que mantendría con ella (120 millones de pesos) y con su madre, Carmen Dapena Petit (80 millones).
Pero todo parece haberse salido de control. Los hechos han llenado páginas de la prensa y lo que comenzó como un intento de cobrar una antigua deuda o extorsión, se ha transformando en un escándalo sexual donde parece ser que la mujer nada tiene que perder y donde el conservador Maldonado sí arriesga más que su intimidad.
Luego de que Maldonado presentara una querella al Ministerio Público por extorsión, las polémicas fotografías fueron a parar a un tribunal. En el 12º Juzgado del Crimen de Santiago, el abogado de la mujer, Marcelo Jadue, interpuso una querella imputándole al conservador siete delitos: violación, promoción de la prostitución de menores, estupro, abusos sexuales, exhibición sexual de menor, utilización de un menor en la producción de material pornográfico y corrupción de menores.
Todo esto porque Luis Maldonado no aceptó pagar los 200 millones de pesos, luego que Carolina Leal le mandara a decir con Jadue que si el pago se hacía efectivo le devolvía las fotos comprometedoras. La respuesta no se hizo esperar. Tras una breve reunión entre Jadue, Marcelo Encina (un funcionario de Bienes Raíces que sirvió de correo) y el abogado de Maldonado, Cristián Muga, del bufete de Luis Ortiz Quiroga, la denuncia de extorsión ante el Ministerio Público llegó días después y rápidamente un joven fiscal especialista en delitos funcionarios e hijo del conservador de Villa Alemana, José Ignacio Escobar, inició la investigación.

El Contraataque de Carolina
Marcelo Jadue dijo a LND que este hecho fue "un ají en el poto para mí y para Carolina [Leal]". Asegura que nunca existió la intención de cobrar indebidamente la deuda y que las fotografías serían parte de un set mayor que estaría en manos del propio Maldonado.
El profesional (abogado de Juan Meyerholz en el caso Publicam; de Patricio Castro en el caso Cutufa II, y amigo íntimo de Álvaro Corbalán) reconoció que es cierto que las fotos son un elemento de presión: "Pero no era mi intención hablar de eso. Había una deuda. En los últimos tres años no ha pagado más que tres millones de pesos. Por eso ella necesitaba un abogado".
"Este escenario lo quisimos evitar ambos y fui el primero en intentar evitarlo", agrega. "A mí no me interesaba pelear con un hombre poderoso. Yo lo respetaba y después me enteré de los detalles bastante poco decorosos de su vida".
El abogado del conservador Luis Maldonado, Cristián Muga, se excusó de responder las consultas de este medio, a la espera de que tanto el fiscal Escobar como el 12º Juzgado del Crimen resuelvan el futuro procesal en los próximos días.
Mañana está citada a declarar Carolina Leal ante la jueza del Tribunal del Crimen. Fuentes consultadas dijeron que antes de resolver si la querella presentada por la mujer es admisible para iniciar una investigación contra Maldonado, es necesario que Leal responda a una serie de consultas de la magistrada.
Más allá que los delitos que se le imputan a Maldonado están prescritos, el hecho sirvió de excusa para que Carolina Leal dejara en una instancia oficial y pública el polémico material fotográfico que implica a Maldonado. Trascendió que este sábado la defensa del conservador intentó infructuosamente solicitar una medida precautoria para decretar una prohibición de informar a la prensa.
Por su parte, el fiscal Escobar resolvería dentro de los próximos días la formalización por el delito de extorsión a Leal y Jadue, en perjuicio de Luis Maldonado.
Dentro del material entregado por Leal al tribunal hay dos fotografías en papel donde aparece Maldonado, solo y desnudo, y cuatro negativos de Carolina Leal, también desnuda. Lo que se observa en cada una de ellas puede haber ocurrido antes, en medio o después de una relación sexual, y no necesariamente en la misma oportunidad. Quién hizo las fotos y por qué es el gran misterio que atraviesa dos instancias judiciales que por estos días remecen los tribunales .

Quién Es Quién
El conservador de Bienes Raíces de Santiago parece sacado de una novela de socialité de principios de siglo. Es un tipo alto que se viste elegantemente, de modales finos y hablar pausado. Escucha música clásica en su oficina, adornada por refinados muebles de madera y sillones de cuero.
Se ganó el cargo mejor remunerado de todo el sistema público en 1997, luego de que el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle lo designara. En ese entonces se decía que Maldonado tenía algunas afinidades con la Democracia Cristiana.
Los Maldonado son conocidos en el mundo jurídico. Su padre fue ministro y presidente de la Corte Suprema. Su hermana Mónica es fiscal del máximo tribunal. Fuentes del Conservador de Bienes Raíces reconocen que las influencias de los miembros del Poder Judicial en esa institución son fuertes. Hijos y diversos parientes de magistrados trabajan o han trabajado allí, bajo la tutela de Maldonado.
A finales del año pasado fue elegido presidente de la Asociación de Notarios, Conservadores y Archiveros de Chile, que agrupa a más de 400 socios.
Es separado y tiene tres hijos. Según los antecedentes revelados, una de las razones de su quiebre matrimonial habría sido justamente su relación con Carmen Dapena y Carolina Leal.
Según la contraquerella presentada, en 1972 Carmen Dapena Petit conoció a Maldonado. En esa fecha, la mujer habría contratado los servicios del abogado para realizar los trámites de nulidad matrimonial. Ahí habría partido un romance hasta 1984.
Ese año, Maldonado viajó a Estados Unidos para completar estudios de postgrado. A su regreso, en 1985, se reencontró con Carmen Dapena y –según relata ella misma en la querella– en ese momento se interesó por su hija Carolina, que entonces tenía 15 años.
El escrito presentado en tribunales asegura que Luis Maldonado la comenzó a visitar diariamente. "Impresionado por mi belleza y juventud", describe Leal. Agrega que "a esa temprana edad me inició en el sexo, enseñándome toda su experiencia de mayor edad, de forma que nuestras relaciones eran netamente de sexo y lujuria".
Según relata, tenían sexo en su vehículo y luego comenzaron las visitas a moteles y a un departamento en Pedro de Valdivia que pertenecía a Maldonado.
Dentro de la relación paralela y desconocida entre madre e hija, sostiene el libelo, se simuló un contrato de trabajo para que la madre, Carmen Dapena, recibiera dinero de Maldonado. En la documentación hecha llegar al tribunal hay una declaración de impuestos, que data de 1987, donde la mujer aparece recibiendo un sueldo mensual de 150 mil pesos como empleada del Conservador de Bienes Raíces de Rancagua, cuyo titular era entonces Maldonado.
Pero Carmen Dapena dice en la querella que sólo recibía 15 mil pesos de manos del conservador y que la firma que aparece en dicho documento no es de ella.
Al descubrirlo –consigna la querella–, la madre le habría enrostrado la situación a Maldonado, pero éste le pidió que guardara silencio a cambio de mejorar la ayuda económica. Todo habría terminado en 1987, cuando descubrió el supuesto amorío con su hija.
Para probar estas relaciones se adjuntaron al tribunal tres sobres con los membretes de Luis Maldonado enviados a Dapena: dos de noviembre y diciembre de 1985 y otro de junio de 1987.
Asimismo, para avalar el tema del contrato de la madre se adjuntó el formulario de Impuestos Internos de 1987, donde figura como empleada del Conservador de Bienes Raíces de Rancagua.
Carolina Leal, por su parte, no da muchos detalles de ese período de tiempo en el que habría sido amante de Maldonado. Según ella, las frenéticas jornadas moteleras se interrumpieron cuando apareció un empresario estadounidense, con el cual se fue a vivir al país del Norte. Regresó dos años más tarde.
Entonces conoció a Arturo Pinochet Campos, oscuro personaje del mundo nocturno viñamarino fallecido en diciembre de 2003, sobrino del ex dictador. En ese tiempo ella se codeaba con Patricio Castro (ex agente CNI, Álvaro Corbalán (ex jefe operativo de la CNI) y el mismo Marcelo Jadue, donde abundaba el alcohol y la cocaína.
De su relación con Pinochet nació un hijo. Pero en ese entonces dice que se reanudaron los encuentros con Luis Maldonado, que ya era conservador de Bienes Raíces de Santiago. Como no hubo matrimonio, tras la muerte de Pinochet, Carolina Leal quedó sin ingresos y habría vuelto a recurrir a los bolsillos de Maldonado.
De Arturo Pinochet sólo le quedaron algunas pertenencias que el ex dictador le habría regalado a su sobrino: un total de 15 artículos (reloj, medallas, brazalete, etc.) que fueron presuntamente vendidos por Leal a Maldonado por un total de 120 millones de pesos en 2004. Suma que nunca se le habría cancelado.
Marcelo Jadue dice que sólo le pagó unos tres millones de pesos y que cada vez que ella concurrió a las oficinas que mantiene en Morandé 440, "Carolina tuvo que pagar en carne el favor que le estaba haciendo. Señala derechamente que tuvo que hacerle sexo oral. Ésa es su versión".
Es posible que esta semana se resuelva sustantivamente esta historia. Luis Maldonado no vio otra salida que recurrir a la justicia y, con ello, le dio la excusa a su acusadora para poner en una instancia pública las fotos de 200 millones. Un caso de extorsión inédito en nuestra historia, y cuyo desenlace está cercano.
[Luis Narváez]
[11 de marzo de 2007]
la nación]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuál es el punto? Qué loco todo y sucio... Sin duda esa triada: madre, hija y conservador, requieren de un apoyo sicológico urgente.