14 mayo 2007

misteriosos destinos en caso matute

[Concepción] El ex sacerdote Andrés San Martín y el joven Óscar Araos, ex procesado. El misterioso destino de los personajes del caso Matute siete años después.
El ex religioso colgó los hábitos y asegura que se llevará su secreto a la tumba. El otro personaje, hijo de un conocido empresario penquista, se fue del país para continuar su formación al interior de una secta.
La aparición, auge y caída de personajes como Juan Flores, que dicen una cosa y luego se retractan, son parte del enmarañado contexto en que se ha desarrollado la larga investigación de la desaparición y asesinato de Jorge Matute Johns.
Algunos de ellos han sido relevantes, por la información que podrían tener y nunca han revelado. Uno dejó los hábitos del sacerdocio, el otro se fue del país a culminar su formación en una secta.
Andrés San Martín fue el párroco de la Iglesia del Buen Pastor de San Pedro de la Paz, quien en una homilía, durante una misa en memoria del "Coke", sugirió que lo habían asesinado. El sacerdote -que hoy vive en San Fernando- se convirtió en un guía espiritual de los policías encargados de las pesquisas para dar con los culpables, dijo una fuente cercana al proceso.
Cercanos a San Martín aseguran que dejó el sacerdocio por las presiones que recibió de sus superiores y las acusaciones de haber sido inducido por el entonces comisario Héctor Arenas para inculpar a siete jóvenes de obstrucción a la justicia, quienes después fueron sobreseídos. Aunque ya no es cura, aseguró que el testimonio que recibió de uno de los muchachos que vivía cerca de la parroquia se lo llevará a la tumba, pues lo recibió en secreto de confesión.

La Secta
Quien desapareció fue uno de los principales sospechosos de la policía, Óscar Araos. Partió hace unos meses a Nueva Zelandia como integrante del Movimiento del Sendero Interior del Alma (MSIA), una especie de secta religiosa que tiene sus inicios en los años 70 en California, EEUU, y que tiene como fin entrenar la conciencia y desarrollar el potencial humano. Agrupa a personas de clase media alta que siguen la máxima de "cuídate para poder ayudar a cuidar a otros. No te hieras, ni hieras a otros. Utiliza todo para tu aprendizaje, crecimiento y elevación". Esto ayudó a "su convencimiento de que lo que ocurrió esa noche no es parte de un acto cometido por él y sus amigos, sino que fue algo que trasciende su alma y lo libera para el ciclo de la reencarnación", indicaron fuentes cercanas a al caso.
[Jazmín Jalilie]
[14 de mayo de 2007]
la nación]

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