14 mayo 2007

retrato del estafador

[Valparaíso] En la Quinta Región los fraudes que más preocupan a la Policía son los que se hacen a través de celulares. Definitivamente, el engaño y la mentira son los principales factores del delito de estafa o del llamado cuento del tío. Ilícitos que pueden afectar a cualquier persona y que son bastante fáciles de cometer gracias a la ambición de la gente, que aún cree en las historias que cualquier desconocido relata.
Por eso, la Policía habitualmente recomienda estar atentos a las personas que se acercan para ofrecer grandes premios, lucrativos negocios o, simplemente, dinero fácil. Sólo basta recordar una de las estafas más grandes que se han cometido a nivel nacional, el conocido caso "quesos", con el que todo un pueblo resultó afectado.

Reconocer el Delito
La Brigada de Investigación de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones (Bridec) es clara al mencionar que "para tipificarse como estafa, un hecho delictivo debe hacer que la víctima sufra perjuicio patrimonial o económico, mediante el engaño, la mentira o actos cometidos por los delincuentes con afán de lucro".
Para el jefe de la sección de Planimetría y Dibujo del Laboratorio de Criminalística Central (Lacrim) perito Eduardo Arias, hay que "recordar que el estafador es casi siempre un delincuente profesional, y sus armas son una combinación de audacia, inteligencia y viveza". De este modo, las estafas se producen porque las víctimas además creen ver un potencial beneficio económico en el engaño, cayendo en el juego.
En Valparaíso han sido varios los casos de estafa, sin embargo, los que más preocupan a los efectivos de la Bridec son los cometidos a través de llamadas a celulares, en los que los antisociales le aseguran a la víctima la ganancia de un cuantioso premio que se condiciona con el depósito o envío de una millonaria suma de dinero a Santiago.
El jefe de la Bridec, el subprefecto Osvaldo García, comentó que por ahora ese es el tipo de estafa más investigada, aunque recordó otros como la venta de rifas o colectas para determinados organismos.
Frente a esas situaciones, la Bridec entregó algunas recomendaciones para evitar ser víctima: Si recibe una llamado o una oferta que menciona a una determinada empresa reconocida, trate de verificar la información que le da la persona, con aquellos antecedentes que pueda recopilar usted de las propias empresas o individuos aludidos; sea cauto con los desconocidos que le propongan negocios lucrativos que involucran un beneficio por un monto de dinero significativo, en poco tiempo; no confíe en una persona que le ofrece un beneficio rentable en poco tiempo, sólo porque tiene un buen semblante y ande bien vestido; tenga en cuenta que está en todo su derecho de exigir y verificar la identificación y/o las tarjetas de presentación de las personas que lo visiten y aludan ser de una determinada empresa o señalen tener alguna profesión.

Rasgos Físicos
Se indicó además, que los estafadores son por lo general, personas locuaces que analizan y estudian mucho su método para embaucar, y que generan la confianza y seguridad necesaria en la víctima, que hará que ésta caiga en el engaño.
Según el sicólogo estadounidense de la Universidad de California, Paul Ekman, existen patrones que pueden delatar a quienes cometen este tipo de ilícitos. Cabe precisar que si bien estas pautas pueden contribuir en la detección, no significan una regla general, pues la habilidad del estafador puede hacer que ciertos rasgos detallados sean imperceptibles.
Por ejemplo, es probable que a través de la boca el estafador quiera ocultar su expresión con una sonrisa falsa, apretando los labios y subiendo el mentón, sin que la frente ni los ojos intervengan en este movimiento. Se deberá entonces observar qué indican la frente y los ojos de la persona para saber qué siente. Este tipo de sonrisa suele desaparecer de forma abrupta o bien, escalonadamente.
El temor o la inquietud, por su parte, harán que los párpados superiores se eleven, los inferiores se tensen y las cejas se levanten, mientras que los ojos también pueden revelar las intenciones de los antisociales, pues desviar la mirada es señal de una mentira. No obstante, muchos estafadores saben engañar sin desviar la vista. En ese caso, el aumento de la frecuencia del parpadeo y/o la dilatación de las pupilas, son agentes reveladores de una mentira.

Rubor o Palidez
Las víctimas de los estafadores pueden estar atentas también al color del rostro, pues el rubor de sus mejillas o incluso la palidez son señales de estar ante la presencia de un posible engañador.
Los expertos precisaron que las expresiones verdaderas no duran más de 10 segundos en la cara. Si una expresión se extiende por más tiempo posiblemente sea falsa y, además, habitualmente van acompañadas con palabras idóneas.
[14 de mayo de 2007]
mercurio de valparaíso]

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