03 julio 2007

se mató después de ser violada

[Antofagasta] Elvirita Guillén la niña que decidió morir... A los 14 años fue embriagada y luego violada por dos hombres, con la complicidad de sus mujeres.
El día 13 de marzo de 1937, después de las 7 de la tarde, Elvirita Guillén una niña de 14 años, salió con permiso de su patrón hacia la casa de Miguel Díaz, el jardinero que trabajaba en la misma casa y que la había invitado a jugar naipes. La pequeña salió confiada, porque en dos ocasiones anteriores ese hombre de 40 años y vida oscura, se había comportado amablemente y nada le hacía sospechar de sus canallescas intenciones.
Al llegar a la casa del jardinero se encontraban la mujer de éste, Margarita Vega Anacona y María Vega Díaz, hija de ambos con su conviviente Francisco Cañas, un ex boxeador y cabo del Regimiento Esmeralda.
En cuanto llegó la adolescente, Díaz le ofreció una copa de Vermouth y después de mucha insistencia y galanteos Elvira aceptó y acto seguido aparecieron los efectos de la ebriedad consumada.
Entonces Cañas desató sus perversas intenciones; la tomó a la fuerza y con ayuda de su mujer y del matrimonio Díaz - Vega, la niña fue ultrajada, pese a sus gritos y resistencia desesperada.
Una hora después, Elvira regresó a su casa, en deplorable estado físico y síquico; con sus ropas raídas y aún con los efectos del alcohol, por lo cual su patrón Angel García Agra, la trasladó hasta el Hospital Regional, donde el médico Raúl Ibaceta le prestó los primeros auxilios.
Acto seguido, procedió a estampar la denuncia ante la policía de Investigaciones, quienes de inmediato procedieron a la búsqueda del cuarteto de malvados, que horas más tarde fueron aprehendidos y a pesar de las negativas acerca de las acusaciones que pesaban sobre ellos, quedaron detenidos e incomunicados.
Días después que Elvira fue sepultada y se buscaban a los culpables, las hermanas Julia, Gladys y Olivia Swaneck, a través de los medios de comunicación, lanzaron la idea de trasladar los restos de Elvira, a una sepultura perpetua. De inmediato la iniciativa tuvo enorme acogida en la comunidad antofagastina que acompañaba sus aportes monetarios con sentidas misivas relacionadas con el aciago destino de aquella niña mártir.

Su Despedida, en un Mensaje Inconcluso
Al día siguiente, desde las ocho de la mañana, se realizó la reconstitución de los hechos, diligencia que concluyó cerca de las tres de la tarde, sin resultados positivos. Durante todo el careo los cuatro involucrados se declararon inocentes, con un cinismo que la niña no pudo soportar.
¡Ustedes son unos criminales!, les gritaba. Primero abusaste tú (Cañas) y luego tú (Miguel), les enrostraba, mientras los inculpados mostraban indiferencia; al mismo tiempo que relató cómo las mujeres la sujetaron de pies y manos a petición de los violadores, dejando las marcas de uñas y moretones en su piel lozana y cándida, a causa del forcejeo y resistencia inútil.
Con todo el dolor a cuestas, Elvirita regresó a su casa, con la dramática decisión ya tomada. Esta intentó expresarla en una hoja de cuaderno: "Hago esto porque todo el mundo..." sentencia que dejó inconclusa cuando ya no pudo más con su terrible pena. Entonces tomó el revolver marca "Saver", que su patrón guardaba en el velador, le puso el cargador y disparó dos tiros, en la zona de su pecho. Con el primero no acertó y la bala se incrustó en la pared de su pieza; pero el segundo disparo dio en el blanco y consumó su drástica determinación.

Elvirita Muere
A esa hora, cerca de las cuatro de la tarde, Angel García y su esposa se encontraba en el comedor, cuando sintieron el primer disparo. Aunque quedaron paralogizados, se tranquilizaron a medias cuando el dueño de casa afirmó "son los niños", refiriéndose a sus hijos que jugaban en el segundo piso, en una pieza contigua al dormitorio de Elvira.
Enseguida, oyeron otro disparo. "Es Elvira", dijo la señora García. Y antes de subir por la escalera, llamó al hospital solicitando una ambulancia, mientras que su esposo llamaba a carabineros.
Dos policías, que recorrían las cercanías del sector, acudieron rápidamente y vieron a Elvira tendida en la cama, boca abajo, con la pistola en su mano derecha a la altura del pecho y a un lado el papel con la desconsoladora frase inconclusa. Casi enseguida llegó la ambulancia con un practicante quien comprobó que la niña vivía aún; dio vuelta el frágil cuerpo y desesperadamente intentó ponerle una inyección…pero su esfuerzo fue en vano, porque la niña falleció
Después, en la morgue, ,aparecieron entre sus ropas tres fotos. Dos de sus patrones y otra para su amor lejano, con una dramática despedida: "Amor mío: Aunque me creas loca, voy a dejar de existir"...

Mausoleo Propio
Y gracias a ese dinero, sus restos fueron trasladados a un mausoleo perpetuo, ubicado en el cementerio Nº 2 y construido en 1956, convirtiéndose con el transcurso del tiempo, en un santuario de recogimiento y Fe, donde los creyentes hasta el día de hoy, solicitan favores, realizan mandas y cubren de flores y recuerdos, como símbolos de agradecimiento.

Favores Concedidos
La creencia popular le atribuyó poderes milagrosos. Por eso, durante todo el año, un desfile incesante de hombres y mujeres, de distintas edades y condición social, visitan su lugar de reposo eterno, para solicitarle sanación de enfermedades, solución de problemas sentimentales o ayuda para superar alguna crisis económica.
Pese a que han transcurrido 70 años, de la muerte de Elvira y que ella vivió tan sólo algunos meses en la ciudad, su inclaudicable veneración y respetuoso recogimiento ante su recuerdo, la han llevado a pertenecer al culto mítico de Antofagasta y del norte chileno.
Y junto a las animitas de Evaristo Montt y Juanita Guajardo, forman una trilogía de santidad y respeto, esparcida por las calles de la ciudad.

Elvira Guillen, Vivió Dos Meses en Antofagasta
Tres días después de su muerte, Elvirita fue sepultada, casi en privado, sin más compañía que siete personas, incluidos sus patrones, periodistas y detectives, porque carecía de familia. Y también de amistades debido a su personalidad retraída.
En enero había llegado a Antofagasta, procedente de un orfanato de Limache, ya que sus padres habían fallecido.
De allí fue retirada por la esposa de su patrón y vivía junto a ellos en calle General Velásquez Nº420, cumpliendo con las labores de casa, a cambio de hospedaje y alimentación.
[Ricardo Araya Maldonado]
[ricardo.araya@estrellanorte.cl]

[3 de julio de 2007]

estrella del norte]
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