03 julio 2008

Condenado por Parricidio Frustrado

[Punta Arenas] Sentencia se conocerá el sábado. Agresor pidió perdón a la víctima, a la hija de ambos y a su familia. Madre se desmayó tras conocer la decisión y debió ser trasladada al hospital.
"Quiero pedir perdón a Ninoska, porque es mi vida junto a mi niñita. También perdón a mi familia...". Estas fueron las últimas palabras de Rafael Castro Barrientos antes de conocer la decisión de los magistrados de condenarlo como autor del delito de parricidio frustrado, por lo cual arriesga una pena de 13 años de presidio.
Ayer a las 9 horas se inició la segunda jornada del juicio, la que se extendió por hora y media, y que puso el punto final a lo vivido el pasado lunes por casi 6 horas.
Minutos antes de conocer la sentencia se escucharon nuevos antecedentes sobre la agresión de la que fue víctima la pareja del imputado, destacando el análisis realizado por el psicólogo Mauro Barrientos, quien explicó las motivaciones que el agresor pudo haber tenido para actuar aquella madrugada del 23 de diciembre del año pasado y en la que infirió 3 puñaladas que pudieron resultar mortales para la joven Ninoska Asencio Gómez y cerca de una veintena de cortes en diversas partes del cuerpo.
Para el profesional, fue la rabia la que gatilló el descontrol de la emoción, abriendo una "excepción en el repertorio habitual" en la personalidad del hoy sentenciado. Lo anterior, agregó, enfatizado por el alcohol.
Posteriormente se dio paso a los alegatos de clausura, donde el fiscal Gonzalo Aranda solicitó los 13 años de parricidio frustrado argumentando que durante el juicio fue posible acreditar el delito y la gravedad de las lesiones. De hecho recordó las tres puñaladas que pudieron resultar mortales (abdomen, tórax y cervical). "Y no se trata de lesiones provocadas con el simple ánimo de lesionar, nos demuestran un dolo homicida", apuntó.
Luego enfatizó en las condiciones que presentaba el sitio del suceso, "regado con sangre de Ninoska", y en las declaraciones de Castro Barrientos, las que calificó de "parciales y sesgadas".
Finalmente, el fiscal pregunto: "¿cuál fue el verdadero motivo que tuvo Rafael para agredir a Ninoska? Venganza, ira, despecho...".

El Punto de Convivencia
Por su parte, el defensor Patricio Tello hizo hincapié en que nada de lo expuesto durante el juicio probó que existía una convivencia entre la pareja y menos el concepto de familia.
Argumentó que desde el inicio de la relación (2003) hubo separación, infidelidades y una falta de estabilidad que terminó con los hechos de diciembre.
Junto con señalar que se trató de tres puñaladas y que el resto fueron cortes producto del forcejeo, el abogado dijo que las motivaciones que tuvo el joven para agredir a su pareja fueron "el cúmulo de infidelidades que se fueron guardando, además de la ingesta de alcohol y el sentirse agredido por una persona que le era importante".
Finalmente, se le dio la palabra a Castro Barrientos, quien de manera escueta pidió perdón a Ninoska, a la hija de ambos (de 4 años de edad) y a su familia.

Decisión Unánime
Hora y media después (11,45 horas) los magistrados José Octavio Flores, Fabio Jordán y Juan Santana dieron a conocer su decisión: "habiendo ponderado las pruebas introducidas en juicio y previa de deliberación se ha resuelto por votación unánime condenar a Rafael Eduardo Castro Barrientos como autor del delito de parricidio frustrado ilícito previsto y sancionado en el artículo 390 del Código Penal".
Se agregó que los antecedentes permitieron adquirir "la convicción de que más allá de toda duda razonable de que realmente se cometió el hecho punible, por el cual se ha emitido la decisión de condena y que le ha correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley".
Finalmente se informó que la audiencia de comunicación de sentencia se efectuará el sábado a partir de las 13 horas.

Madre Sufrió Desmayo
Tal como había ocurrido durante la jornada del lunes, la madre de Rafael Castro Barrientos se vio visiblemente afectada. No obstante, siguió atenta a cada palabra de los intervinientes en el juicio y a cada movimiento de su hijo.
Acompañada de familiares, al momento de conocerse la decisión la mujer salió al pasillo donde se desvaneció y debió ser atendida -por funcionarios de Gendarmería- durante varios minutos en una de las bancas del tribunal.
Posteriormente, en medio de lágrimas y lamentos fue trasladada hasta el Hospital Regional por una unidad del Samu.
[Alejandro Salazar]
[2 de julio de 2008]
prensa austral]

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